Desde hace un corto tiempo dejé de hacer planes con él
de visualizarme pensando mi vida a su lado.
Se encargó de poner mi cabeza bajo el agua, por un tiempo.
Ahora y desde entonces me encargo de vivir día a día con él.
No sabía qué decirle, cómo consolarle y
hacer que tuviera nuevamente
confianza
en mí; me sentía torpe.
Es tan
misterioso el país de las lágrimas!
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